¿Sabías que el duelo y la depresión tienen casi la misma lista de síntomas?
¿Sabías también que muchos profesionales que diagnostican y tratan la depresión se centran en la cantidad e intensidad de los síntomas, en lugar de en lo que le sucedió a la vida de alguien?
Piénsalo por un momento...
Hoy en día, cada vez menos terapeutas apoyan la idea de que la depresión es simplemente un desequilibrio químico. En algunos casos, esto podría ser un factor, pero en la mayoría de los casos, las causas profundas de la depresión requieren una visión holística que abarque factores emocionales, psicológicos y sociales.
Las razones pueden ser diferentes para cada persona y pueden estar profundamente conectadas con el trauma , pero hay patrones que aparecen en casi todos los casos:
El diálogo interno negativo desempeña un papel importante en la perpetuación de los sentimientos depresivos, ya que las personas pueden autocriticarse, dudar de sí mismas y juzgarse duramente. Este diálogo interno negativo puede crear un círculo vicioso de baja autoestima y sentimientos de inutilidad , lo que exacerba aún más los síntomas de la depresión.
El aislamiento social, la falta de respeto por los demás y los sentimientos de soledad y desconexión también actúan como desencadenantes importantes de la depresión.
a. Los seres humanos somos seres sociales por naturaleza, y las conexiones significativas con los demás desempeñan un papel crucial en nuestro bienestar emocional. Cuando las personas se sienten alejadas o aisladas de sus redes sociales, ya sea por las circunstancias o por luchas internas, esto puede generar sentimientos de alienación y una profunda soledad, lo que alimenta aún más el ciclo depresivo.
b. Los estilos de vida modernos a menudo nos alejan de la naturaleza, de las personas o de nuestro entorno, haciéndonos sentir una falta de conexión con algo más grande que uno mismo.
No tener un propósito de vida claro o no seguir los deseos del corazón es la falta de contribución y crecimiento personal en la vida de una persona. Esto puede contribuir a una sensación de vacío y desconexión del verdadero yo. Cuando las personas carecen de un sentido de dirección o realización en sus vidas, pueden experimentar una profunda sensación de falta de sentido y desesperación existencial, lo que alimenta los pensamientos y emociones depresivos.
¿Y qué pasa si la depresión es la forma que tiene el cuerpo de lamentar las desconexiones en nuestras vidas, como la pérdida de propósito, la pérdida de conexión con lo que nos rodea y la pérdida de confianza en nosotros mismos?